¿Sabes quién fue “cholito”? ¿No? Fue un perro abandonado que en 2017 perdió la vida como consecuencia de golpes propinados por un grupo de personas en Santiago. Su trágica historia inspiró a nuestros legisladores a promulgar una normativa de tenencia responsable de mascotas y que hoy es conocida como “la ley cholito”. 

Y es que pese a generar profundos vínculos y de entregar múltiples beneficios a los seres humanos, la tenencia inadecuada de mascotas se ha vuelto un comportamiento habitual. De acuerdo al último Censo Nacional de Perros y Gatos realizado por la Pontificia Universidad Católica (PUC) y la Subsecretaria de Desarrollo Regional (Subdere), en nuestro país existen más de cuatro millones de animales en situación de abandono.

Esta grave situación no solo representa un inminente peligro para dichas mascotas, sino que también es una amenaza para la biodiversidad, la transmisión de enfermedades, ataques, hostigamientos, competencia por territorio y alimento. En fin, se produce una alteración de las conductas normales de cada una de las especies involucradas.

Sin duda, se trata de un tema complejo y difícil de abordar, pero que con la entrada en vigencia de la “Ley Cholito'' se busca cambiar el destino de miles de mascotas.

¿En qué consiste la Ley?

Establece una serie de obligaciones para las personas que deciden aceptar y mantener una mascota, es decir, proporcionarle alimento, hogar, buen trato, además de brindarle cuidados veterinarios, no someterlos a sufrimiento y respetar las normas de salud y seguridad que nos rigen en la actualidad.

De esta manera, la “Ley Cholito” contempla tres principales ejes:

1. Control de la población animal: por medio de campañas de esterilización a cargo de las municipalidades y fiscalización continua por parte de los ministerios del Interior y Seguridad Pública, Salud y Educación.

2. Identificación y registro de animales de compañía: a través de seis registros y la implantación de un dispositivo electrónico (microchip), se busca vincular a cada mascota con su dueño.

3. Educación de la ciudadanía: programas de fondos concursables para que las organizaciones sociales de cuidado y protección animal postulen iniciativas orientadas a la tenencia responsable de las mascotas.

¿Cómo saber si somos tutores responsables?

Un buen dueño es capaz de satisfacer todas las necesidades de su mascota:

• Nutrición adecuada. 

• Un espacio confortable. 

• Protegerlo de las condiciones climáticas.

• Proveer de cuidados sanitarios. 

• Identifica a su mascota (con collar, medalla) y nunca lo saca a pasear sin correal.

• Mantiene solo la cantidad de mascotas que pueda cuidar.

• Brinda cariño, amor y respeto, teniendo en cuenta las necesidades específicas de su respectiva especie.

¿Y tú, te consideras un tutor responsable? ¡Cuéntanos tus razones!